En la parcelación El Molino de La Florida, diseñada por nuestro estudio, en un lote de 2600 m² , se diseñó esta casa, buscando como siempre en nuestros diseños, una integración y gozo del paisaje circunscrito, en este caso un lago con una bella arborización, las vistas a los con campos agrícolas, las montañas lejanas y bosques cercanos del sector.

“Entrar y ver bonito”, ha sido una máxima de nuestra arquitectura, aprendida de mi gran maestra, mi mamá, Sofía Koppel, y lograda en esta casa de un modo sobresaliente. Con una combinación de dos sistemas constructivos, muros en mampostería y una estructura metálica ligera para la cubierta, se logró un juego y una composición de volúmenes, unos cerrados y otros abiertos que complementa y contrasta con la bella naturaleza del lugar.